28 de Julio
2020
Pedro Aranda
Astudillo Fundador de la Corporación
Gen
El concepto de sustentabilidad ha reinado en las últimas
décadas.
Se pretende que lo que hagamos
“se sostenga” en el tiempo, aún en vendavales. Los vendavales denuncian las apariencias. La pandemia ha sido
disruptiva, socavó sistemas sociales, económicos, políticos…
EL ethos griego entraña el sentido de hogar, lo que nos es
más propio como nuestro comportamiento,
que se fragua en nuestra conciencia individual y social.
Una sociedad basada
solo en el intercambio de conveniencias e intereses, donde se gana o se pierde es una sociedad anegable, abierta a los aludes
sociales.
Han existido imperios de apariencias invulnerables, pero llegan o
llegarán a sus propios desplomes, lo dicta la Historia.
Nuestro país inserto en la globalidad con sus luces y
oscuridades tuvo un desarrollo expectable cuyo reverso era de profundas
desigualdades, como también otros no pocos países.. ¿“Mal de muchos ¿consuelo de tontos”?
La CEPAL informa que 1% concentra el 26% de la riqueza y el
66% reúne el 2,1%. Las cifras son espeluznantes y las realidades patéticas.
Desgranando esta información el informe de Oxfam Internacional de Londres
muestra que la fortuna de los supermillonarios de Chile pasó de US$ 21.000
millones a US$ 26.700 ¡desde marzo!.
Este hecho de la causa no esconde un juicio valórico del ser rico, hemos
escuchado a empresarios que piden se aumenten sus impuestos….
Nos obliga recordar que somos seres humanos
provenientes de un mismo árbol cuyo
tronco si se ahueca caerá por las propias leyes de la gravedad física
social.
Vivir con sistemas de alarmas
por todos lados, que si no corres te pasan, que por la seguridad las libertades
son más quimeras que realidades, que los poderes se concentran y generan
corrupciones…
Es vivir en retrocesos pese a los disfraces modernizadores.
Esta mortal pandemia ha matado lo mínimo de la población
mundial pero, su cataclismo emocional en que nos ha envuelto a todo el cuerpo
planetario es indescriptible e incalculable.
Su reverso: las cadenas de solidaridad, todas
las personas que minuto a minuto
entregan sus vidas en los hospitales son los vivos cimientos para la reconstrucción ética y moral de una sociedad
humana que extravió su destino . Si de este magro túnel salimos a la luz del
Bien Común, los hijos de nuestos hijos agradecerán haber nacido y amarán “su casa
común”.
1 comentario:
Muy interesante y profundo artículo, Pedro. Te felicito y comparto la base de todo lo que has expuesto. Lamentablemente, la pródiga naturaleza busca más que la profundidad y sustentabilidad de las cosas, la variedad de ellas: la multiplicación infinita. El tema da para mucho más que un comentario como este. Un abrazo fuerte, amigo mío, y gracias por existir.
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