Vivimos entre Caín y Abel
Pedro Aranda Astudillo Dcbre 2019
pedroyiduaranda@gmail.com
“El libro de los libros” tenía que empezar con unas alegorías de cómo habría empezado la humanidad.
En sus primeras páginas ausculta cómo habría sido el primer fratricidio: Caín mata a su hermano a Abel por ser menos querido por sus padres.
Nuestro sino existencial reposa que nadie acepta ser excluido entre sus semejantes, nadie acepta ser menospreciado, abusado, esclavizado, dominado.
Los ríos de sangre en la historia humana nacen desde la “sensibilidad entrañable de valorar la propia vida”.
La vida se desarrolla desde su autonomía en el acorde con su entorno y sus manifestaciones son infinitas.
Es un río desbordante, imparable, encausable desde hace cinco mil millones de años.
La vida se tiñe de sangre cuando se la coarta,
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